Otra mañana
de casi invierno
cuando te levantas
sin estar despierto
Y tras horas divagando
encuentras lejos a la Luna
tan lejos que no ayuda
a estampar tu musa en un cuaderno
Soñando de camino a ninguna parte
entre las hojas de una novela
que no sabías que existiera
Enseñándote a estar vivo
mientras canta con tu cuerpo
una balada alegre
a quien cree que está despierto
Tú que llamas hogar
a la tierra
donde crecen malas hierbas
Y entre lavanda amistosa
nos descubres
tus más temidas ideas
Con tu guitarra sonando
nos relatas tu patria
para nada nostálgico
Y como bien dijo un sabio
con su voz apasionada:
Una es fuerte y es fiel
la otra un papel.
Aun cuando dudas que tu musa
sea la musa que te gusta
viene un café oscuro y sabroso
que deshace las preguntas
Por deberme el Olimpo
hoy te elijo a ti, Perséfone,
y deseo que el infierno
te atrape como a mí
Disfrutando casa paso,
cada botella, cada plato
y por encima de mi vida:
que ames, como yo, estar perdida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario